caricaturas, autocaricaturas y crítica social
Caricaturas
En los años setenta Ibáñez comienza a introducir caricaturas de personajes famosos en las aventuras largas. También en las portadas. En concreto la portada del OLÉ Bruguera nº 144, publicado en 1977, está protagonizada por el presentador Jesús Hermida, pero hay que remontarse casi media década para encontrar el primer ejemplo entre las páginas de una historieta larga que no es otro que el actor "William Conrad", más conocido por su personaje televisivo "Cannon", que encontraremos en la historieta larga "Los invasores":
William Conrad ("Los invasores", 1974)
En "Mundial '78" aparecen caricaturas de Adolf Hitler y de Adolfo Suárez (un encuentro que, dicho sea de paso, nunca pudo haberse producido históricamente) durante uno de los partidos del mundial de fútbol. Desde entonces el repertorio de personajes famosos se contará por centenares en la obra de Ibáñez. Políticos, jefes de estado (incluídos Papas), actores, deportistas, personajes de la vida social, del cine y la televisión, nacionales y extranjeros, históricos y contemporáneos.
Adolfo Suárez y Adolf Hitler ("Mundial '78")
Con el tiempo Ibáñez abusará especialmente con algunos de estos personajes. El príncipe Carlos de Inglaterra, Aznar, Zapatero, la reina Isabel II, Bill Clinton, Jacques Chirac, Juan Pablo II, Ronald Reagan... se convertirán en personajes recurrentes en numerosas aventuras largas:
Jose Mª Aznar (El carnet al punto, 2006)
Carlos e Isabel II de Inglaterra (Londres 2012 / Sidney 2000)
El reparto de parodiados no se limita a personajes de carne y hueso sino a decenas de personajes de ficción: actores, estrellas del cómic, personajes literarios, mitológicos...
"100 años de cómic" (1996)
Un poco de mitología e historia en la introducción
de "La prensa cardiovascular" (1996)
Autocaricaturas
Pero, por increíble que parezca, el personaje más veces parodiado no será otro que el propio Francisco Ibáñez (sus apariciones superan la treintena). El dibujante llegará a tener un papel destacado en varias aventuras largas: "El 35 aniversario", "¡Rapto tremendo!" y "Mortadelo de la Mancha". En la primera de ellas ("El 35 Aniversario") Ibáñez hará un recorrido autobiográfico en clave de humor para explicar cómo llegó a hacerse dibujante:
"El 35 Aniversario" (1993)
En "¡Rapto tremendo!" la T.I.A. tendrá que investigar con celeridad quien ha secuestrado a Ibáñez contando con un testigo de excepción: el genial Rompetechos, que no hará más que dar pistas erróneas a los agentes.
"¡Rapto tremendo!" (2004)
Finalmente, en "Mortadelo de la Mancha" emulará a Miguel de Cervantes haciendo las veces de narrador de la historieta en una suerte de castellano antiguo. En esta aventura veremos además una nueva vía humorística: la parodia de una novela histórica como es "El Quijote". Un género que Ibáñez no había tocado hasta entonces más allá de un cartel publicitario de la fábrica de plumas "Parker":
"Mortadelo de la Mancha" (2005)
Critica social y espejo histórico
La caricatura es en sí un elemento cómico ya que parodia a un personaje conocido para el lector (especialmente si se trata de un personaje de actualidad) pero también le servirá a Ibáñez como una forma de introducir algo de crítica social entre las aventuras de Mortadelo. En sus inicios esta crítica social era muy "ingenua" debido a que la censura del régimen franquista cercenaba aquello que se salía de la raya pero, a partir de los años ochenta, proliferarán aventuras largas en las que la caterva de políticos de turno cobrarán cierto protagonismo: "Barcelona 92", "El Quinto Centenario", "Maastricht...¡Jesús!", "Los verdes", "El atasco de influencias", "La Gomeztroika" o "El. S.O.E." son sólo algunos ejemplos. De esta forma, casi sin quererlo, Ibáñez convirtió la serie en un espejo histórico de nuestra sociedad ya que en ella quedaron plasmados los temas más actuales de la época en la que fue realizada cada aventura.
"Maastricht...¡Jesús!" (1993)
"El Quinto Centenario" (1991-92)
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